Durante una ceremonia en el Despacho Oval, el mandatario subrayó que estas órdenes ejecutivas representan un paso significativo hacia el fortalecimiento de la seguridad energética del país
Washington, D.C.- El presidente Donald Trump firmó este viernes una serie de decretos ejecutivos destinados a revitalizar la industria de energía nuclear civil en Estados Unidos.
Las medidas buscan simplificar los procedimientos regulatorios y promover nuevas inversiones en un sector que, pese a su potencial energético, continúa enfrentando desafíos tecnológicos y preocupaciones públicas.
Durante una ceremonia en el Despacho Oval, el mandatario subrayó que estas órdenes ejecutivas representan un paso significativo hacia el fortalecimiento de la seguridad energética del país.
“Firmamos importantes órdenes ejecutivas que realmente nos convertirán en la verdadera fuerza de esta industria”, afirmó Trump ante medios de comunicación.
Entre las disposiciones clave se encuentra la reducción de requisitos regulatorios para la construcción y operación de reactores nucleares avanzados.
La administración argumenta que los actuales marcos normativos son obsoletos y constituyen una barrera innecesaria al desarrollo tecnológico e industrial.
Además, los decretos instruyen al Departamento de Energía a acelerar las evaluaciones ambientales y a establecer alianzas público-privadas para fomentar la innovación en reactores más pequeños, seguros y eficientes.
También se contempla el fortalecimiento de las cadenas de suministro nacionales para reducir la dependencia del uranio extranjero. No obstante, la reactivación del sector nuclear continúa generando controversia.
Diversos grupos ambientalistas y expertos en energía han advertido sobre los riesgos asociados al manejo de residuos radiactivos, los costos operativos elevados y el potencial de accidentes, como lo evidencian tragedias pasadas en otras regiones del mundo.
Pese a las críticas, la Casa Blanca sostiene que la energía nuclear es una pieza clave para lograr un suministro energético limpio y estable. Con esta estrategia, la administración Trump busca posicionar a Estados Unidos como líder mundial en tecnología nuclear civil, a la vez que impulsa empleos en el sector y reduce las emisiones contaminantes.