Disminución del tipo de cambio incentiva a consumidores de Nuevo Laredo a cruzar a Texas, mientras compradores texanos reducen su gasto en México.
La reciente caída del dólar interbancario, que se ubica actualmente en 19.90 pesos por unidad, ha comenzado a reflejarse en el dinamismo comercial de la frontera entre Nuevo Laredo, Tamaulipas, y Laredo, Texas.
Esta fluctuación ha reactivado la competencia entre ambas ciudades, con un impacto directo en los patrones de consumo tanto de mexicanos como de estadounidenses.
De acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Nuevo Laredo, cada vez más residentes locales han retomado el hábito de cruzar a Texas para realizar compras.
La disminución en el tipo de cambio ha vuelto más accesibles algunos productos en Estados Unidos, principalmente electrónicos, ropa, artículos escolares y alimentos no perecederos.
En contraste, consumidores de Laredo, Texas, que tradicionalmente cruzaban a México para aprovechar un tipo de cambio favorable, han reducido su gasto.
La depreciación del dólar frente al peso ha afectado su poder de compra, limitando su participación en el mercado local de Nuevo Laredo, particularmente en sectores como restaurantes, farmacias y tiendas de conveniencia.
El presidente de Canaco Nuevo Laredo, Agustín Simón Duarte Babiac, reconoció que la situación presenta retos y oportunidades.
“La baja del dólar tiene sus detalles. La gente que maneja dólares compra menos, pero también los negocios que importan productos en dólares han reducido costos y eso beneficia al consumidor local”, explicó.
Aunque las ventas a visitantes estadounidenses han caído, Duarte Babiac enfatizó que no se ha detectado, hasta el momento, una fuga significativa de consumidores mexicanos hacia Texas.
“Al momento no se reporta una salida masiva de compradores; esperamos que, si el dólar sigue bajando, eso no cambie”, indicó, refiriéndose a un fenómeno recurrente en la historia económica de la frontera.
Algunos sectores han resultado beneficiados por esta coyuntura, especialmente las tiendas de autoservicio que comercializan productos importados, muchos de ellos incluidos en la canasta básica.
Gracias a la baja en el tipo de cambio, los precios han logrado estabilizarse, evitando incrementos que afectarían el bolsillo de las familias mexicanas.
Por su parte, negocios como restaurantes, cafeterías y comercios locales mantienen cifras positivas de ventas.
Empresarios confían en que esta tendencia se mantenga en el corto plazo, pese a las señales de una posible fuga de compradores si el dólar sigue debilitándose.
La situación, aunque estable, obliga a los comerciantes a mantenerse atentos a las variaciones cambiarias y ajustar sus estrategias ante un mercado cada vez más volátil.
