La Organización Mundial de Sanidad Animal (WAHIS) reportó un preocupante aumento en los brotes de gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) en México, con un total de 666 focos activos hasta el 19 de mayo de 2025. De estos, 115 nuevos casos fueron notificados por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), principalmente en el estado de Chiapas.
Las infestaciones afectan a diversas especies como bovinos, ovinos, caprinos, suinos, caninos y equinos, causando graves consecuencias en la salud y productividad del ganado. La situación ha alcanzado también a los humanos, con dos casos confirmados por la Secretaría de Salud: una mujer de 77 años y un hombre de 50, residentes de los municipios chiapanecos de Acacoyagua y Tuzantán, quienes presentaron heridas infestadas con larvas en la cabeza y la pierna, respectivamente.
El gusano barrenador es una larva de mosca que se alimenta del tejido vivo y provoca miasis, una condición severa que se desarrolla sobre heridas preexistentes. Los síntomas más comunes en los animales incluyen fiebre, depresión, falta de apetito, y pérdida de peso y producción láctea. Las heridas infestadas suelen ser profundas, con secreción serosanguinolenta, fuerte olor a carne descompuesta y presencia visible de larvas.
Esta plaga representa un riesgo sanitario significativo tanto para la ganadería como para la salud pública, por lo que las autoridades han intensificado la vigilancia y las medidas de contención.
La reaparición de este parásito, que en el pasado fue erradicado en varias regiones del continente, genera inquietud entre especialistas del sector agropecuario y sanitario, quienes advierten que el control inmediato es crucial para evitar su propagación a otras zonas del país. La cooperación entre instituciones federales y locales será determinante para frenar esta amenaza que pone en jaque la sanidad animal y la seguridad rural.