A pesar de enfrentar problemas como la violencia, la corrupción y la inseguridad económica, México se posicionó en el décimo lugar del Informe Mundial de la Felicidad 2025, superando a países desarrollados como Suiza, Australia, Japón y Corea del Sur. Este resultado, que parece contradictorio con las dificultades sociales y económicas del país, se explica principalmente por los fuertes lazos familiares y la convivencia cotidiana que caracterizan a la sociedad mexicana. Según encuestas internacionales, aproximadamente 8 de cada 10 mexicanos se consideran felices, un porcentaje significativamente mayor al promedio global del 64%, lo que refleja una percepción positiva de la vida a pesar de las adversidades.
Un factor fundamental en la felicidad de los mexicanos es el papel central de la familia como fuente de apoyo emocional y compañía. En México, es común que varias generaciones convivan en un mismo hogar, lo que fortalece el sentido de pertenencia y ayuda a mitigar las dificultades externas. Alrededor del 45% de los mexicanos señala que la familia es el principal motor de su bienestar, un porcentaje superior al promedio global del 36%. En contraste, las sociedades europeas tienden a ser más individualistas, lo que puede aumentar la sensación de soledad y aislamiento. Además, en México, los hogares suelen ser más numerosos, con un promedio de 3.3 integrantes por hogar, mientras que en Europa la media es de 2.5 personas, lo que significa que los mexicanos disfrutan de más interacción social y apoyo inmediato en comparación con sus contrapartes europeas.
Otro aspecto relevante es la paradoja latinoamericana, que señala que los países de América Latina tienden a reportar mayores niveles de felicidad de los que sugiere su Producto Interno Bruto (PIB). Aunque el bienestar económico es importante, una vez que se satisfacen las necesidades básicas, el ingreso adicional no garantiza una mayor felicidad. Por ejemplo, España, a pesar de su alto nivel de vida, se ubicó en el puesto 38 del informe, muy por debajo de México. Este fenómeno subraya que el apoyo social cercano y las relaciones afectivas juegan un papel crucial en el bienestar subjetivo, ofreciendo un amortiguador emocional frente a los problemas económicos o de seguridad.
En conclusión, la presencia constante de la familia, la convivencia multigeneracional y la importancia de las relaciones cercanas explican en gran medida por qué México se encuentra entre los países más felices del mundo. Aunque enfrenta serios desafíos económicos y sociales, la fuerza de los lazos humanos sigue siendo un factor determinante en la percepción positiva de la vida para millones de mexicanos.