En un sorprendente acontecimiento, un niño de ocho años fue rescatado con vida después de caer al interior del cráter del Volcán de Xitle, ubicado en la alcaldía Tlalpan, al sur de la Ciudad de México. La valiente acción y coordinación de las autoridades de seguridad y emergencia jugaron un papel crucial en el exitoso rescate.
La tarde del lunes 31 de julio, una mujer de 38 años alertó a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) sobre el trágico accidente en el volcán. Según el reporte, su sobrino, un menor de edad, se acercó demasiado a la orilla del cráter y cayó a una impresionante profundidad de aproximadamente 50 metros. Ante esta situación crítica, los policías sectoriales actuaron rápidamente, solicitando el apoyo de los servicios de emergencia.
El Equipo de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) y el Agrupamiento Fuerza de Tarea “Zorros” fueron los primeros en llegar al lugar. Su rápida respuesta y destreza permitieron el exitoso rescate del pequeño, quien milagrosamente se encontraba con vida a pesar de la caída desde tal altura.
Una vez rescatado, el equipo del ERUM brindó los primeros auxilios al menor y, preocupantemente, lo diagnosticó con traumatismo craneoencefálico severo, una herida avulsiva en la rodilla izquierda y probable fractura en el hombro izquierdo. Conscientes de la gravedad de las lesiones y la necesidad de una atención médica especializada, los paramédicos de la SSC solicitaron el apoyo de una aeronave de los Cóndores y se dirigieron rápidamente al área conocida como la Y de la Carretera del Ajusco.
Este incidente resalta la importancia de estar alerta en lugares con riesgos naturales y la necesidad de medidas de seguridad para prevenir tragedias similares en el futuro. La pronta respuesta y coordinación entre las autoridades demostraron una vez más la valía de los servicios de emergencia y rescatistas en situaciones críticas.
En definitiva, este rescate milagroso es un recordatorio del valor y compromiso de aquellos que trabajan incansablemente para proteger y salvar vidas en situaciones extremas. La recuperación del niño es un motivo de esperanza y alegría para su familia y la comunidad en general, mientras todos esperan que se recupere completamente y pueda volver a disfrutar de la vida de un niño normal.
Las autoridades locales también aprovechan esta ocasión para hacer un llamado a la población a tomar precauciones y respetar las señales de advertencia en áreas de riesgo, garantizando la seguridad de todos y evitando accidentes lamentables.
