El domingo 24 de septiembre de 2023, la NASA logró un impresionante hito espacial al aterrizar con éxito la mayor muestra de asteroide jamás recogida, marcando un importante avance en la exploración espacial. Esta hazaña se llevó a cabo siete años después del lanzamiento de la sonda Osiris-Rex y tuvo lugar en el desierto estadounidense de Utah. La cápsula, que descendió vertiginosamente a través de la atmósfera terrestre, fue frenada hábilmente por dos paracaídas antes de tocar tierra.
La muestra, obtenida en 2020 del asteroide Bennu, es de gran importancia científica y contiene aproximadamente 250 gramos de material, lo que la convierte en la muestra de asteroide más grande jamás recolectada, superando con creces las dos muestras recogidas por misiones japonesas previas. Según estimaciones de la NASA, este material ayudará a los científicos a “comprender mejor los tipos de asteroides que podrían amenazar la Tierra” y arrojar luz sobre “el comienzo mismo de la historia del sistema solar”, según destacó Bill Nelson, jefe de la agencia espacial estadounidense.
La científica de la NASA, Amy Simon, comparó la importancia de esta muestra con las rocas lunares obtenidas durante el programa Apolo y afirmó que es la “muestra más grande que hemos recuperado desde las rocas lunares” de ese programa, que concluyó en 1972.
Una vez que la cápsula llegó a tierra, un equipo especializado la inspeccionó minuciosamente antes de colocarla en una red y elevarla hacia un helicóptero. Este proceso se realiza con gran precaución para evitar cualquier contaminación que pueda afectar los análisis posteriores. La muestra será transportada en avión al Centro Espacial Johnson en Houston, Texas, donde se abrirá en una habitación hermética en los próximos días.
Lo más fascinante de esta misión es que el asteroide Bennu, del cual se obtuvo la muestra, contiene moléculas que datan de la formación del sistema solar hace unos 4.500 millones de años. Esto podría proporcionar respuestas a preguntas fundamentales sobre el origen de la vida y del sistema solar en sí. Según Lucas Paganini, científico planetario de la NASA, los asteroides actúan como cápsulas del tiempo que nos permiten investigar el pasado distante y arrojar luz sobre eventos cósmicos cruciales.
Los científicos esperan que el análisis de la composición de Bennu revele información valiosa sobre el papel que los cuerpos celestes como asteroides y meteoritos pueden haber desempeñado en el origen de la vida en la Tierra. Esta misión representa un paso importante en nuestra búsqueda de comprender nuestro lugar en el universo y los eventos que dieron forma a nuestro sistema solar.