En una manifestación multitudinaria en Jerusalén, miles de israelíes, incluyendo familiares de rehenes secuestrados en Gaza, demandaron la renuncia del primer ministro Benjamin Netanyahu, acusándolo de haber «traicionado» la confianza del pueblo.
Los participantes expresaron su indignación por la gestión de Netanyahu durante la incursión de milicianos islamistas en el sur de Israel en octubre pasado, que resultó en el secuestro de numerosos ciudadanos. Las familias de los rehenes, presentes en la protesta, responsabilizan al primer ministro por no garantizar la seguridad de sus seres queridos y exigieron su renuncia.
La manifestación, la cuarta desde el sábado frente a la Knesset (parlamento israelí), estuvo marcada por emotivos discursos de los manifestantes, incluyendo a aquellos cuyos familiares están cautivos en Gaza. Una madre, cuyo hijo Matan es uno de los rehenes, confrontó directamente a Netanyahu, acusándolo de ser un «traidor» al pueblo de Israel.
A pesar de la presencia policial y las barricadas, algunos manifestantes lograron acercarse a la residencia de Netanyahu en el barrio de Rehavia. Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad se volvieron inevitables.
La tensión en Israel ha aumentado en medio de la presión internacional y la escalada de violencia en Gaza. Mientras tanto, el exprimer ministro Ehud Barak ha llamado a celebrar elecciones anticipadas, argumentando que la situación actual no puede esperar a que Netanyahu cumpla sus objetivos militares en Gaza.
La protesta refleja la profunda división y la creciente insatisfacción entre la población israelí respecto a la gestión del gobierno, especialmente en lo relacionado con la seguridad y la política hacia Gaza.