El consumo moderado de sal y azúcar es esencial para el funcionamiento del organismo, ya que la primera ayuda a mantener la presión sanguínea y los fluidos extracelulares, mientras que la segunda proporciona energía para las actividades diarias.
Sin embargo, su ingesta excesiva puede derivar en enfermedades crónicas y afectar órganos vitales como el corazón, los riñones y la microcirculación, advirtió el doctor Julián del Carmen Granados, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 78 del IMSS.
Señaló que el consumo recomendado de sal es de cinco gramos al día, incluyendo la que ya contienen los alimentos. No obstante, muchas personas superan los 11 gramos diarios, más del doble de lo recomendado.
Precisó que el exceso de sal puede provocar retención de líquidos e incremento de peso, lo que obliga a órganos como el corazón, hígado y riñones a trabajar a un nivel más alto de lo normal, afectando el sistema cardiovascular.
Para reducir estos riesgos, recomendó evitar productos procesados, sustituir la sal refinada por sal marina no tratada y reducir progresivamente su consumo para permitir la adaptación del organismo.
En cuanto al consumo de azúcar, explicó que la cantidad ideal varía según la condición y estado de salud de cada persona, aunque es común que la población sobrepase los niveles adecuados.
El exceso de azúcar en la dieta refirió puede generar niveles elevados de glucosa en sangre, lo que con el tiempo puede causar daños severos en el riñón, corazón y ojos.
Además, su acumulación en la sangre es una de las principales causas de la hipertrigliceridemia, un trastorno que altera los niveles de grasas en el organismo y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Exhortó a la población derechohabiente a acudir a los módulos de PrevenIMSS para recibir asesoría sobre el consumo adecuado de sal y azúcar, así como para detectar factores de riesgo que puedan comprometer su salud.
“Llevar una alimentación equilibrada y reducir el consumo de estos elementos de manera progresiva puede marcar diferencia en prevención de enfermedades crónicas y calidad de vida”, concluyó.