El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hace un llamado a la población a aplicar la vacuna BCG contra la tuberculosis a todos los recién nacidos a fin de prevenir con oportunidad en esta etapa, la enfermedad en sus formas más graves, principalmente la del sistema nervioso central y la diseminada.
Una vez superada la etapa de recién nacido, la forma pulmonar de la enfermedad es la más frecuente y fácilmente permite el contagio persona a persona.
Julián del Carmen Granados, director de la UMF #78 indicó que los grupos más vulnerables a contraer esta enfermedad son aquellos que padecen desnutrición, diabetes mellitus, además de personas que viven con VIH, dependencia de alcohol u otras drogas, además de aquellas en situación de calle.
Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, que se conmemoró el pasado 24 de marzo, señaló que la detección oportuna y un tratamiento adecuado ayudan a la cura de esta enfermedad que se propaga en el aire cuando una persona infectada habla, tose, estornuda, escupe o canta.
Advirtió que, ante la presencia de tos persistente por más de dos semanas, con o sin flema, acompañada de fiebre, pérdida de peso y fatiga, se debe acudir al médico familiar para recibir valoración diagnóstica y, en caso de ser confirmada la enfermedad, el tratamiento adecuado.
Refirió que, en las Unidades de Medicina Familiar, el IMSS cuenta con la prueba de baciloscopia, también conocida como estudio de BAAR, para confirmar este padecimiento.
El estudio consiste en el análisis de tres muestras de flema que deberán inducir y recabarse para determinar si hay presencia de la micobacteria causante de la tuberculosis.
Detalló que los pacientes con esta enfermedad se someten a un Tratamiento Acortado Estrictamente Supervisado (TAES) que consta de diversos medicamentos que se administran de manera controlada y con acompañamiento por parte del personal de Enfermería y el médico familiar.
Agregó que, de manera general, el tratamiento contra la tuberculosis puede durar de seis meses a un año, sin embargo, dependerá de la localización de la enfermedad, su evolución, apego a tratamiento y la respuesta a los fármacos, lo que permitirá la cura del paciente.