WASHINGTON, DC.- En un movimiento que intensifica los esfuerzos para frenar la migración irregular, Estados Unidos anunció el envío de hasta 1,500 soldados en servicio activo a la frontera sur.
Funcionarios del gobierno confirmaron este miércoles que el despliegue tiene como objetivo proporcionar apoyo logístico, transporte y construcción de barreras en la zona, tareas previamente asumidas por tropas bajo administraciones anteriores.
Esta decisión retoma la postura de la primera semana de mandato del expresidente Donald Trump, cuando se ordenaron acciones similares para “sellar las fronteras”.
Aunque los militares están legalmente prohibidos de realizar funciones de aplicación de la ley en territorio estadounidense bajo la Ley Posse Comitatus, esta limitación podría cambiar.
Según las órdenes ejecutivas firmadas por Trump, el secretario de Defensa y el jefe de Seguridad Nacional deben evaluar si resulta necesario invocar la Ley contra la Insurrección de 1807, una medida que permitiría a las fuerzas armadas participar directamente en tareas de control migratorio, un cambio drástico en su papel tradicional.
El despliegue ocurre en un contexto de creciente presión política y social para reforzar la seguridad fronteriza, particularmente ante el flujo constante de migrantes provenientes de Centroamérica.
Durante el primer mandato de Trump, las tropas ya habían sido enviadas en 2018 para asistir en la gestión de una caravana de migrantes.
En aquel entonces, más de 7,000 soldados en activo se desplegaron en Texas, Arizona y California para apoyar a la Patrulla Fronteriza con transporte, comunicaciones y construcción de barreras físicas.
