Las autoridades ucranianas anunciaron recientemente la exitosa retoma del pueblo de Klishchiivka, al sur de la ciudad de Bajmut, que había sido ocupado por Rusia en enero. Esta victoria en el campo de batalla cobra gran importancia en el contexto de la contraofensiva ucraniana y coincide con la segunda visita del presidente Volodímir Zelenski a Washington, en un esfuerzo por obtener apoyo internacional.
El comandante de las fuerzas terrestres del ejército ucraniano, Oleksander Syrskyi, confirmó la liberación de Klishchiivka a través de sus redes sociales, declarando que el pueblo había sido “limpiado de rusos”.
En su intervención vespertina, el presidente Zelenski elogió a los soldados que están combatiendo en la región, especialmente a aquellos que participaron en la recuperación de Klishchiivka. También anunció que se están preparando nuevas soluciones de defensa para Ucrania, con un enfoque en la defensa aérea y la artillería, sin proporcionar detalles específicos.
Zelenski subrayó la importancia estratégica de estas victorias al afirmar que permiten a Ucrania ganar terreno de preparación para futuras acciones ofensivas y liberar su tierra de la ocupación rusa. Estos avances siguen a la retoma del pueblo de Andriivka al sur de Bajmut, aunque Rusia ha negado su expulsión de esa localidad.
El control de Bajmut sería de gran relevancia para Rusia, ya que abriría la posibilidad de avanzar hacia ciudades más al oeste, como Slóviansk o Kramatorsk, que son centros industriales y administrativos clave en la región de Donetsk. Ilya Yevlakh, portavoz de las tropas ucranianas en el este, sugirió que la toma de Klishchiivka podría ayudar al ejército ucraniano a rodear Bajmut, lo que sería un importante logro estratégico en su lucha contra la ocupación rusa en Ucrania.