El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que aplicará aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá a partir del 1 de febrero. Según el mandatario, la medida busca presionar a ambos países para combatir el tráfico de fentanilo y reducir el déficit comercial.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, minimizó la amenaza y aseguró que su gobierno tiene un «plan» en caso de que las tarifas se concreten, aunque no detalló en qué consiste. Por su parte, el gobierno canadiense advirtió que responderá con firmeza si Estados Unidos lleva adelante los aranceles.
Expertos señalan que la imposición de estas tarifas viola el T-MEC, acuerdo reformado en 2020 por exigencia del propio Trump. Además, advierten que un arancel generalizado dañará gravemente a la economía mexicana, cuyo 83% de exportaciones tienen como destino Estados Unidos. Sectores clave como el automotriz y el electrónico serían los más afectados, lo que podría frenar inversiones y generar inestabilidad comercial en la región.
A pesar de la controversia, la Casa Blanca ratificó que Trump mantiene su intención de implementar la medida, lo que aumenta la tensión económica entre los tres socios comerciales de América del Norte.