El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su gobierno alcanzó un nuevo acuerdo comercial con China, poniendo fin a una prolongada guerra de aranceles que en su punto más crítico elevó los impuestos sobre productos chinos hasta un 145%. El anuncio se hizo oficial desde la Casa Blanca, donde Trump aseguró que este pacto representa una victoria clave para su administración y que abre la puerta a futuras negociaciones con otros países, incluida India.
Según detalló el secretario de Comercio, Howard Lutnick, este acuerdo se firmó días atrás y contempla que China provea a Estados Unidos de minerales raros, insumos estratégicos para sectores de alta tecnología y defensa, como turbinas eólicas, autos eléctricos y aviones. A cambio, Washington levantará medidas arancelarias que había impuesto como represalia y mantendrá un impuesto del 55% sobre productos chinos mientras Pekín aplicará una tasa del 10% a bienes estadounidenses.
Trump enfatizó que el nuevo pacto con China forma parte de una estrategia más amplia que incluye renegociar tarifas con al menos diez socios comerciales. Aunque no precisó los países, prometió concretar “los diez mejores acuerdos” para reestructurar la balanza comercial de Estados Unidos a favor de la industria nacional.
Además del anuncio sobre China, Trump insistió en su intención de imponer un nuevo impuesto a las remesas que los trabajadores migrantes envían a sus países de origen. Según explicó, estos ingresos se destinarían a financiar por completo las últimas secciones del muro fronterizo, reforzar la seguridad nacional y sostener su ambicioso plan fiscal. En la misma línea, reafirmó su meta de aumentar drásticamente las deportaciones, alcanzando un mínimo de un millón de personas expulsadas por año.
Durante el evento, Trump estuvo acompañado por trabajadores estadounidenses —camareros, repartidores de comida y agentes de la Patrulla Fronteriza— que, de acuerdo con la Casa Blanca, serían beneficiarios directos de su nuevo megaproyecto económico. El mandatario confía en que la bancada republicana del Senado inicie la votación del paquete legislativo de inmediato para que pueda promulgarse antes del 4 de julio, fecha clave por la celebración de la Independencia de Estados Unidos.
Mientras tanto, el acuerdo con China representa un respiro para sectores económicos que dependen de componentes y materiales críticos provenientes del gigante asiático, aunque expertos advierten que la aplicación de tarifas parciales podría prolongar tensiones. Trump, por su parte, aseguró que su administración seguirá firme en proteger los intereses de la industria y los trabajadores estadounidenses.