El gobierno mexicano no descarta la posibilidad de imponer aranceles recíprocos a Estados Unidos, ante la reciente guerra comercial provocada por el presidente estadounidense Donald Trump. La presidenta Claudia Sheinbaum explicó que, aunque la opción de aplicar aranceles está sobre la mesa, el gobierno mexicano prefiere continuar con el diálogo para buscar una solución antes de tomar medidas económicas que puedan afectar a la población.
Sheinbaum señaló que México es vulnerable a las tarifas impuestas por Estados Unidos, especialmente en sectores clave como el acero y el aluminio, y parcialmente en la industria automotriz, ya que el 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino este país, según el tratado de libre comercio T-MEC. Sin embargo, destacó que la aplicación de aranceles recíprocos podría generar un aumento en los precios de estos productos dentro de México, lo cual se quiere evitar.
La mandataria aclaró que el objetivo es proteger a las empresas mexicanas, especialmente la industria siderúrgica y automotriz, que ya han sufrido las consecuencias de los gravámenes estadounidenses. En este contexto, Sheinbaum afirmó que se está buscando llegar a un acuerdo con Estados Unidos para evitar que las tarifas se apliquen de manera más amplia, y que las tarifas aduaneras recíprocas no sean necesarias.
Aunque el T-MEC protege una parte significativa de las exportaciones mexicanas, los aranceles sobre ciertos productos siguen afectando la competitividad de la industria nacional. La situación ha impulsado un aumento en la migración de empresas a este régimen comercial, según el gobierno mexicano.
