La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que México entregará agua a Estados Unidos conforme a lo estipulado en el Tratado de Aguas de 1944, pero aclaró que el suministro será “hasta donde se pueda” sin afectar la disponibilidad para el riego agrícola y el abasto interno. En su conferencia matutina, explicó que las áreas técnicas del gobierno realizaron un análisis detallado de las presas nacionales para determinar cuánta agua puede enviarse al país vecino sin comprometer los derechos de las comunidades mexicanas.
La mandataria señaló que el acuerdo alcanzado con Estados Unidos contempla márgenes realistas y viables en función de la grave sequía que ha afectado al norte del país, sobre todo a entidades como Coahuila, donde las redes de abastecimiento ya están siendo modernizadas con apoyo federal. En este sentido, subrayó que parte del retraso en la entrega de agua a Texas se debió precisamente a la falta de lluvias.
Como parte del acuerdo bilateral, se pactó una revisión anual del cumplimiento y se mantuvo comunicación directa con los gobernadores de Chihuahua, Tamaulipas y Coahuila para asegurar una estrategia equilibrada que atienda tanto los compromisos internacionales como las necesidades locales. El Tratado de 1944 obliga a México a entregar poco más de dos billones de litros de agua cada cinco años, sin embargo, en el actual periodo (2020-2025), el país solo ha cumplido con una tercera parte debido a la emergencia climática.
Sheinbaum insistió en que todas las decisiones se tomaron con responsabilidad, considerando las condiciones actuales del sistema hidráulico nacional y con la participación de las autoridades estatales. Con este nuevo acuerdo, México busca mantener buenas relaciones diplomáticas sin comprometer su soberanía hídrica ni el bienestar de sus ciudadanos.