Por Gastón Monge
En esta ciudad, entre octubre y noviembre tres mujeres adultas y una niña fueron víctimas de algún tipo de agresión dentro del hogar, lo que indica que en esos dos meses 183 mujeres y 67 niñas recibieron algún tipo de violencia doméstica, de acuerdo a un reporte presentado por la Unidad Especializada para la Atención de la Violencia Intrafamiliar y Violencia de Género, que depende del DIF en esta ciudad.
Francis Robles Torres, responsable de esta unidad, comentó que durante los primeros meses de la pandemia bajó la cantidad de agresiones, pero que de septiembre a la fecha las cantidades aumentaron de manera importante, y ello se refleja por la cantidad de llamadas telefónicas que en ambos meses fue de 76 al número telefónico 075.
De las causas, dijo que no hay una que predomine, aunque destacó que se trata de problemas relacionados con el aislamiento provocado por la pandemia, el encierro prolongado y la falta de distractores para los adultos mayores y para los niños, que al no tener un espacio mayor y propio, deviene en situaciones de estrés, depresión, angustia y en ocasiones situaciones de agresividad.
En esta unidad todos los días se reciben reportes de este tipo de violencia en todas sus manifestaciones contra mujeres, niños y adultos mayores de una misma familia, por lo que se lleva a cabo una investigación en el domicilio para descartar o confirmar los hechos.
“En caso de ser ciertos los hechos reportados, se abre un expediente y se ofrece apoyo jurídico, psicológico y médico, y se le da seguimiento dependiendo del caso”, explicó la especialista.
Añadió Robles que una de las tareas de este organismo es el motivar a las personas a que denuncien todo tipo de actos de violencia dentro del hogar, pero cuando se denuncia maltrato en contra de niños o niñas, se hace el reporte, aunque hasta el momento no se ha detectado violencia física grave en contra de menores de edad, solo maltrato, pero destacó que también es catalogado como violencia intrafamiliar y se le da seguimiento a cada caso.
Debido a la contingencia sanitaria el trabajo que lleva a cabo la UNEVIG se hace en campo, y las visitas a domicilio se hacen solo en casos extremos, y algunos reportes se reciben telefónicamente en donde se brinda asesoría psicológica o jurídica, y de ser necesario se canaliza ante la Policía Investigadora.
Cuando estas situaciones de maltrato se combinan con el encierro provocado por la pandemia, suelen ocurrir entre integrantes de una familia, casos de depresión y rebeldía entre adolescentes, y a lo se suma el estrés provocado por las clases en línea, “lo que puede detonar entre los padres algún tipo de violencia contra los menores, de las mujeres y de los adultos mayores. Tenemos algunos casos, pero no podemos dar una sesión terapéutica continua, ya que nuestro trabajo es de campo”, explicó.