A dos meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, los funcionarios en Maricopa, Arizona, están implementando un robusto operativo de seguridad para contrarrestar el riesgo de desinformación y posibles enfrentamientos entre votantes. Este refuerzo de medidas se ha diseñado para evitar repetir las controversias que rodearon las elecciones de 2020 en este estado crucial.
Stephen Richer, registrador del condado de Maricopa, subrayó la importancia de estos comicios, afirmando que «habrá mucha presión sobre Arizona, porque podríamos decidir el destino del mundo libre en noviembre». En respuesta, las autoridades han actualizado las cámaras de vigilancia, aumentado la presencia de guardias armados, y reemplazado las puertas de áreas seguras para mejorar la seguridad. Además, en colaboración con la Oficina del Sheriff del Condado de Maricopa, el centro electoral cuenta con la presencia de efectivos del grupo táctico SWAT en el techo y patrullas constantes, incluyendo agentes a caballo.
Durante una visita al centro electoral, Richer mostró el proceso de recuento de votos, desde la recepción de papeletas hasta la tabulación, asegurando que las boletas con firmas no verificables no serán procesadas. Las áreas críticas están protegidas: el centro de procesamiento no está conectado a internet y el personal autorizado debe someterse a una revisión exhaustiva antes de ingresar.
El aumento en la seguridad busca calmar las tensiones previas a la elección, especialmente después de las protestas y teorías de conspiración que surgieron en 2020, cuando manifestantes armados se presentaron en el centro electoral de Maricopa tras el anuncio de la victoria de Joe Biden. Richer recordó las amenazas y ataques personales que recibió durante el periodo de desinformación, destacando cómo estas medidas preventivas buscan proteger tanto a los funcionarios electorales como a los votantes.
Los funcionarios de Maricopa esperan que la transparencia y las mejoras en la seguridad ayuden a restablecer la confianza pública en el proceso electoral, preparando el escenario para una contienda crucial entre Donald Trump y Kamala Harris en noviembre.