Los primeros vuelos despegaron del Biggs Army Air Field en El Paso, Texas, con destino a Guatemala, transportando entre 75 y 80 personas cada uno.
Washington, D.C.- La Casa Blanca confirmó este viernes que el gobierno de Estados Unidos ha comenzado a utilizar aviones militares para la deportación de migrantes, una medida poco común que refuerza las políticas de control fronterizo de la administración Trump.
Los primeros vuelos despegaron del Biggs Army Air Field en El Paso, Texas, con destino a Guatemala, transportando entre 75 y 80 personas cada uno.
Según fuentes oficiales citadas por CNN, estos migrantes habían cruzado recientemente la frontera y se encontraban bajo custodia de la Patrulla Fronteriza.
El uso de aeronaves militares en deportaciones no es frecuente, pues generalmente los traslados se realizan en aviones comerciales bajo la coordinación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
En esta ocasión, sin embargo, el gobierno desplegó al menos cuatro aviones —dos C-17 y dos C-130— para reforzar el proceso de repatriación desde ciudades como San Diego y El Paso.
Las deportaciones aéreas forman parte de una estrategia más amplia para reducir la presión en los centros de detención y acelerar la expulsión de migrantes indocumentados.
En el caso de México, ciudades como Tijuana, Mexicali y Ciudad Juárez continúan siendo puntos clave en el mapa de repatriaciones.
Esta medida refleja el endurecimiento de la política migratoria estadounidense y la creciente cooperación con gobiernos de países de origen para agilizar el retorno de ciudadanos que no califican para asilo o protección humanitaria