Mario Portillo
El presbítero Rogelio Lozano Alcorta celebró los 32 años de su ordenación sacerdotal en la parroquia San Antonio María Claret, en compañía de su grupo de representantes de la sociedad neolaredense.
Nacido y ordenado en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, Lozano Alcorta ha destacado por su entrega y compromiso con su comunidad y su fe.
“Para mí representa una acción de gracias hacia Dios, sobre todo por el amor y la fe”, comentó. Inició su ministerio en 1992 como vicario en la parroquia María Reina y en 2003 fue nombrado párroco de la Parroquia de Guadalupe.
Desde su designación en 2006 como párroco del Sagrado Corazón, el Padre Rogelio ha sido un pilar espiritual en la comunidad, además de su notable labor en la Catedral del Espíritu Santo. “Es una responsabilidad pero también una satisfacción personal el estar sirviendo a Dios y a su gente”, señaló el sacerdote.
Es reconocido no solo por su servicio espiritual, sino también por fomentar actividades recreativas y de convivencia entre los jóvenes y adultos, como el equipo de beisbol “Ligas Pequeñas” que se creó durante su liderazgo en la parroquia.
En reconocimiento a su trabajo pastoral y la importancia de su labor social, la comunidad religiosa le organizó una misa especial. Carmen Lilia Canturosas Villarreal, quien reconoció la trayectoria del Padre Rogelio, comentó que su ejemplo es inspirador para todos.