Bajo el T-MEC, Claudia Sheinbaum había adelantado su confianza en librar los aranceles de este 2 de abril impuestos por Donald Trump.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el 2 de abril como el “Día de la Liberación Económica”, anunciando la imposición de aranceles recíprocos a productos de aproximadamente 60 países.
Las tarifas establecidas alcanzan hasta un 60% en ciertos casos, con el objetivo de equilibrar la balanza comercial y fomentar la producción nacional.
Sin embargo, México y Canadá quedaron exentos de estas medidas, aunque seguirán sujetos a los aranceles relacionados con la migración y el combate al tráfico de fentanilo.
La Casa Blanca justificó la decisión como parte de la estrategia de “América Primero”, argumentando que muchas naciones han mantenido barreras comerciales injustas contra productos estadounidenses.
“Ya no permitiremos que otros países se aprovechen de nuestra economía”, afirmó Trump en un evento en Washington. Entre los países afectados por los nuevos aranceles se encuentran China, India y varios miembros de la Unión Europea.
Hasta el momento, ni México ni Canadá figuran en la lista de países con tarifas recíprocas, lo que tuvo un impacto positivo en los mercados financieros.
Al cierre de la jornada, el peso mexicano registró una apreciación frente al dólar, impulsado por la confianza de los inversionistas en la estabilidad comercial bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Días antes del anuncio, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, había anticipado que el país mantendría una “situación especial” debido a su pertenencia al T-MEC, por lo que los nuevos gravámenes no tendrían efecto directo en el comercio bilateral.
“México es un socio estratégico y seguiremos trabajando para fortalecer nuestra relación económica con Estados Unidos”, declaró Sheinbaum. A pesar de la exclusión de México de los aranceles recíprocos, la permanencia de los gravámenes impuestos por migración y tráfico de fentanilo sigue siendo un tema de preocupación para el gobierno mexicano.
Analistas advierten que estas medidas podrían generar presión en las exportaciones mexicanas y en las negociaciones diplomáticas entre ambos países en los próximos meses.
El gobierno de México ha señalado que continuará dialogando con la administración estadounidense para evitar afectaciones mayores a la economía nacional.
En tanto, expertos en comercio internacional consideran que la decisión de Trump podría escalar en represalias comerciales de otros países, lo que podría generar incertidumbre en el comercio global.
