La Organización Mundial de la Salud (OMS) está investigando un brote de enfermedad de origen aún incierto que ha provocado al menos 70 muertes en la provincia de Kwango, al oeste de la República Democrática del Congo (RDC). Desde el 24 de octubre, se han reportado 376 casos, incluidos no mortales. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, tos, dolor de cabeza y dificultad para respirar, lo que ha despertado inquietud en una región ya afectada por otros problemas de salud, como el brote de mpox.
Un equipo de la OMS ha sido enviado para recoger muestras y realizar análisis de laboratorio, buscando determinar si el brote está relacionado con patógenos conocidos o se trata de una enfermedad nueva. La cercanía de Kwango con Angola eleva el riesgo de propagación internacional. Mientras tanto, las autoridades locales y la OMS han instado a la cautela y han intensificado la vigilancia epidemiológica en la zona.
Este evento ha llevado a comparaciones con la “enfermedad X”, un concepto introducido por la OMS en 2018 para describir la posibilidad de un patógeno desconocido capaz de causar una epidemia global. Aunque no se ha confirmado relación con esta idea, la situación subraya la necesidad de estar preparados frente a amenazas emergentes, como lo demostró la aparición de la covid-19. La RDC enfrenta múltiples desafíos, como problemas estructurales en su sistema de salud y limitaciones en equipos y personal, dificultando una respuesta rápida.