A cinco días de haberse instalado el nuevo gobierno de los Estados Unidos, liderado por una administración que ha prometido endurecer las políticas migratorias y proceder con la deportación de migrantes indocumentados, las fronteras de Tamaulipas se mantienen sin alteraciones significativas.
Segismundo Doguim Martínez, delegado del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tamaulipas, informó que no se ha registrado un aumento en el número de deportaciones de connacionales por los principales cruces fronterizos del estado.
Según el reporte diario, el miércoles se contabilizaron 40 deportaciones por la frontera de Matamoros, 13 por Reynosa y 25 por Nuevo Laredo, cifras que se consideran dentro de la normalidad.
Doguim Martínez destacó que la capacidad para atender a los repatriados está garantizada en los municipios fronterizos de Tamaulipas.
Además, la Secretaría de Bienestar Federal avanza en la construcción de albergues para reforzar la atención, como el que se edifica en Nuevo Laredo. Este espacio, ubicado en el estacionamiento del Polyforum La Fe, contará con capacidad para recibir hasta 7 mil deportados en una carpa móvil.
“El flujo de deportaciones no ha cambiado. Estamos atentos a las decisiones del nuevo gobierno estadounidense y aplicaremos las políticas que se definan desde la Ciudad de México. Mientras tanto, seguimos con nuestras tareas habituales: entrega de constancias de repatriación, apoyo con alimentación, traslados y atención digna a los connacionales”, declaró Doguim Martínez.
El funcionario también aseguró que, en caso de incrementarse las deportaciones, el estado está preparado para responder con mayor infraestructura y personal. Por ahora, el INM opera con recursos habituales, apoyándose en el Programa Paisano para reforzar la atención si fuera necesario.
La situación en las fronteras de Tamaulipas sigue siendo tranquila, mientras las autoridades permanecen atentas a cualquier cambio en las políticas migratorias de Estados Unidos.
