La isla de Cuba se prepara para los impactos de la tormenta tropical Idalia, que se espera que se convierta en un huracán de categoría 3 en las próximas horas, según las previsiones del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés). Ante esta amenaza, miles de personas en Cuba han sido evacuadas para resguardarse de los posibles efectos del ciclón.
Las autoridades cubanas informaron que los residentes de Pinar del Río, la provincia más occidental de Cuba, han sido evacuados debido a la cercanía de la tormenta tropical. Idalia se encuentra actualmente a 80 kilómetros al suroeste de la isla y presenta vientos máximos sostenidos de 110 kilómetros por hora.
Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, comunicó a través de la red social X (anteriormente conocida como Twitter) que ya se han habilitado centros de elaboración de alimentos, se garantiza el suministro de productos básicos y se están implementando brigadas sanitarias para asistir a las comunidades afectadas.
Según medios cubanos, alrededor de 8 mil personas han sido evacuadas de sus hogares en Pinar del Río y se han refugiado en casas de familiares y amigos. Esta provincia ya había enfrentado la fuerza de un huracán de categoría 3 en septiembre del año pasado, cuando el poderoso huracán Ian tocó tierra en la región.
La Defensa Civil de Cuba ha activado la fase de alerta ciclónica para tres provincias: Pinar del Río, Artemisa y la Isla de la Juventud. Las lluvias intermitentes y las precauciones también se han extendido a provincias cercanas como Mayabeque y La Habana.
En La Habana, las personas han optado por resguardarse en sus hogares ante los efectos del ciclón. Las embajadas de Canadá y Estados Unidos han suspendido sus labores en respuesta a la situación.
La tormenta tropical Idalia se desplaza hacia el norte a una velocidad de 13 km/h. Según las previsiones, acelerará su movimiento en las próximas horas y se espera que toque tierra en la costa oeste de Florida, sureste de Estados Unidos, el miércoles, convirtiéndose en un huracán de categoría 3 con vientos máximos sostenidos entre 178 y 208 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes estadounidense.