En un relato conmovedor, se destaca cómo un grupo de migrantes, principalmente de Venezuela y Colombia, elige esperar hasta la madrugada para acercarse a la valla que separa México y Estados Unidos en lugar de refugiarse en un albergue o en la Casa del Migrante en Ciudad Juárez.
Renny Luzardo, originario de Zulia, Venezuela, se encuentra entre estos viajeros forzados debido a la pobreza en su país, causada por el régimen político y la delincuencia. Anteriormente, trabajaba en restaurantes y tenía habilidades en barman, mesonería y cocina, pero la economía colapsada en Venezuela lo llevó a buscar oportunidades en otros países y sobrevivir con dólares.
El viaje desde Zulia hasta Ciudad Juárez es largo y peligroso, pero Renny inició este recorrido vendiendo sus propiedades para escapar de la extorsión de la delincuencia, conocida como “derechos de piso” en México. En su país, la delincuencia exigía pagos significativos a cambio de protección, y no cumplir con estos pagos tenía consecuencias graves para él y su negocio. Renny comenzó su travesía cruzando la frontera de Colombia, viajando por Centroamérica y finalmente llegando a la frontera de México.
A pesar de dejar atrás a su familia y todo lo que tenía en Venezuela, Renny se aferra a la esperanza de llegar a Estados Unidos, donde lo espera la aplicación CBP-One. Sin embargo, todavía enfrenta tres obstáculos más: cruzar el río Bravo, pasar por el alambre de púas y la reja, y ser seleccionado por el personal de la Border Patrol en la Puerta 36. Renny y otros migrantes tienen la esperanza de que les den la oportunidad de trabajar y construir una nueva vida en Estados Unidos.