En medio de una de las peores sequías de su historia, México se encuentra en una posición precaria para abordar este desafío debido a una reducción del 12.6% en el presupuesto de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para 2024 en comparación con el año anterior, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El análisis del IMCO señala que esta reducción presupuestaria plantea incertidumbres sobre la capacidad de la infraestructura hídrica para hacer frente al problema de la sequía, especialmente en un contexto donde las lluvias se han reducido significativamente debido a una ola de calor en 22 estados del país. Esto ha llevado a un riesgo de estrés hídrico en 2024.
El IMCO destaca que en términos de infraestructura, desarrollo y operación, la Conagua tiene asignados 47.5 mil millones de pesos. Los principales proyectos se centran en la distribución de agua potable, alcantarillado y saneamiento, así como la modernización de sistemas de riego. Además, se destinan fondos a proyectos específicos en estados que han sido particularmente afectados por sequías en años recientes.
Sin embargo, el IMCO expresa su preocupación por la caída del 8% en la inversión destinada a la gestión integral y función pública, que incluye monitoreo, planificación, protección y conservación de recursos hídricos, legislación y regulación. Esta disminución es inquietante en un momento en el que la gestión y la preservación de los recursos hídricos son fundamentales para abordar la sequía.
El IMCO enfatiza que más de la mitad del país enfrenta presión hídrica, lo que subraya la importancia de un presupuesto adecuado y su uso racional, especialmente en un contexto en el que las sequías aumentan debido al cambio climático. Se requiere una inversión constante en infraestructura hídrica y proyectos de conservación y manejo sostenible del agua para adaptarse a los desafíos del cambio climático.