POR José Inés Figueroa Vitela
La manifestación de los ahora expanistas de Ocampo, renunciando a su militancia en la propia sede estatal del que fue su partido, pinta de cuerpo entero los rescoldos de ese instituto político.
En el pequeño municipio de la huasteca tamaulipeca, el cacique del pueblo en funciones de alcalde y poses de reyezuelo, le echó el aparato judicial corrupto a la Síndico, por pedirle cuentas y como amago al resto del cabildo que igual reclamaba el derecho a ejercer la función que les confirió el pueblo a través del voto.
No solo el alcalde es electo; síndicos y regidores también van en la elección y son depositarios de la soberanía del pueblo, lo sabemos todos, pero el alcalde no y tampoco el juez que se prestó a perseguirlos.
Ahora que la máxima representación popular recuperó su integración legal y asumió las primicias democráticas, seguramente reinstalará a los ediles perseguidos, sancionará al alcalde arbitrario y al juez cómplice, para restablecer el orden municipal.
Mientras, decía, la renuncia masiva del panismo ocampense a su militancia, es la muestra más clara de lo que, a nivel general, en todo el estado, está sucediendo con el resurgimiento de la sociedad digna, rechazando los atropellos de los delincuentes políticos.
Así como los de Ocampo fueron a reunciarle al CACHORRO en sus oficinas ayer tarde, el pasado fin de semana los consejeros le negaron imponer nuevo a miembros al cuerpo colegiado de dirección, y a su comisión permanente.
Más antes, habían sido las diputadas locales con dignidad y decencia, quienes se habían negado a aceptar los insultos, amenazas y atropellos de él y de quienes se encuentran detrás, los CABEZA en fuga, representados por el único al que le queda fuero, y no por mucho tiempo: el Senador ISMAEL.
Alcaldes, legisladores, dirigentes, cuadros de la estructura y base, hace mucho que empezaron a deslindarse del perfil delincuencial con el que se condujo el PAN y el gobierno pasado, emanado de sus filas.
El nuevo orden, que en material de opinión pública se mide en la disposición, desde el Gobernador, hasta la Presidenta del Congreso ÚRSULA SALAZAR MOJICA, funcionarios y dirigentes, para atender a los medios y a los ciudadanos, sin reticencias, forma parte del renovado ambiente de optimismo que se respira en el Estado.
Fuera de algúna personalidad, nostálgica del pasado cómplice, corrupto y corruptor, el grueso de los tamaulipecos, llamada la conciencia colectiva, aplaude la decisión n de quienes han roto con ese PAN, cabecista, denigrante y violento.
Ellos, los ediles y militantes de Ocampo; las diputadas valientes del Congreso Local, los consejeros y comisionados, sumados a las condenas por los robos y los atropellos, van ganando dignidad y respeto popular.
Los acólitos del mal, leales a los renglones torcidos del panismo, cada vez son menos en cantidad, y mayores en condenas; nunca han tenido argumentos para defender lo indefendible, pero ahora, todo mundo se los echa en cara.
¿No saben cuántos les quedan siguiéndoles el juego? Espérense a las votaciones del 19 de febrero. Ya falta menos.
En el inter de los eventos sostenidos en el centro del estado, a inicios de semana, el candidato de MORENA al Senado de la República, JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL, se reunió con la familia “ampliada” del exgobernador EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES.
Ya sabe, GEÑO es tan querido entre la sociedad tamaulipeca, a quienes dejó buenos recuerdos de su ejercicio público y su trato personal, tantos, como en sentido contrario, su sucesor causa malestar y encono por su desaseado paso por el poder estatal.
Desde la aprehensión misma en base a delitos inventados, hasta la ausencia de obra pública, el uso del aparato de justicia para perseguir adversarios y cometer otros latrocinios, además de la pedantería e ignorancia, sepultaron el desempeño en el pasado sexenio.
La reunión del JR con los HERNÁNDEZ FLORES, no solo le endereza la plana al otro candidato, que andaba haciendo campaña con el estandarte del apreciado exgobernador, proclamándose su enviado.
También le responde a los ciudadanos, que se han dejado sorprender, con la engañifa panista que propala la idea de que por estar casada con el exgobernador delincuente, la hermana del candidato morenista, este responde a sus intereses.
Es tan lejana la relación de JOSÉ RAMÓN con su cuñado CABEZA y tan alejado de sus denigrantes praxis, que el domicilio de su residencia, en ciudad Victoria, es precisamente en la residencia particular de GEÑO.
Quien sabe si se la preste o rente, pero con esos avales, la ciudadanía no tendrá duda de quien es quien en el horizonte electoral de corto plazo. Igual como no hay la menor duda de quién va a ganar la elección, para cubrir el escaño que dejó el senador morenista FAUSTINO LÓPEZ, a raiz de su desafortunada muerte.
Son muchos los factores incidentes que así lo proyectan, desde la escena nacional y estatal ejecutivas actuantes, hasta los reflejos de las campañas que ahora se desarrollan camino de las urnas.
Niguno de los otros aspirantes, ha logrado acercarse ni un poco a la cantidad y calidad de audiencias, de los eventos que está teniendo a lo largo y ancho de la geografía estatal el abanderado de MORENA.
La última encuesta publicada por RUBRUM, esta semana, ubica a JOSÉ RAMÓN con el 51 por ciento de la intención del voto, más del doble de los 24 puntos que se conceden a su más cercana competencia, y a “años luz” del 5.5 del tercero.
Esos nomios, ya no van a moverse en las tres semanas que quedan de campaña, antes de presentarse a las urnas y tampoco quedan espacios para el manoseo y alteración, de la deisión ciudadana en el Día D.
Hay quienes todavía se preguntan, y los despistados presumen, cómo fue que se redujeron los puntos de ventaja reportados por las encuestas, contra los que al final ganó la gubernatura el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.
Simple y claro, la voluntad de los tamaulipecos era abrumadoramente dominante a favor del galeno y politico; no se reflejó en toda su magnitud, debido a los votos coaccionados y falsos “sembrados” por el PAN-gobierno en su momento.
Hoy el PAN ya no es gobierno y aunque dejó dispuesta toda una estructura de corrupción e impunidad, para prolongar sus malas artes políticas, uno a uno, los focos de sustracción del presupuesto transexenal, se los han ido desarticulando paulatinamente.
Así en las COMAPAs, como en el Congreso, en las Fiscalías y el Supremo. El PAN-cabecismo está muerto y enterrado. Que alguien les avise.
