A nivel nacional, el respaldo de los votantes hispanos a Trump aumentó significativamente, alcanzando un 46% en comparación con el 32% en 2020, según una encuesta de Edison Research.
El aumento en el apoyo hispano hacia Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2024 muestra una tendencia que podría reconfigurar la dinámica política de Estados Unidos en el largo plazo, en particular en regiones de fuerte presencia latina como Texas y Florida.
Este cambio de preferencia en votantes latinos, que tradicionalmente favorecían al Partido Demócrata, podría ser resultado de varios factores.
Entre ellos, la percepción de que el Partido Demócrata ha dado por hecho el apoyo de la comunidad latina, y que las posturas más directas y sin filtros de Trump resonaron mejor con algunos votantes.
La victoria de Trump en el condado de Starr, un bastión tradicionalmente demócrata y predominantemente hispano, subraya el impacto de esta transformación en el sur de Texas.
Este cambio de tendencia en la comunidad hispana podría tener consecuencias significativas para futuros candidatos de ambos partidos, obligando a los demócratas a revisar su enfoque y conexión con este segmento crucial del electorado.
A su vez, el Partido Republicano podría aprovechar este nuevo apoyo para solidificar su presencia en estados que antes eran considerados bastiones demócratas en gran parte gracias a la población latina.
Es interesante notar cómo en el contexto de estas elecciones, simpatizantes como Patricio Sáenz Jr. y Ross Barrera desempeñaron un papel activo en la promoción de la campaña de Trump en Starr, organizando eventos y movilizando a la comunidad con actividades como los “trenes Trump”.
Estos esfuerzos no solo reflejan la voluntad de participar activamente en la política, sino que también representan el surgimiento de una nueva identidad política dentro de la comunidad latina, más diversa y menos predecible en términos de alineación partidaria.