Las jugadoras de la selección española, Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez, comparecieron ante el juez el lunes para confirmar que Jenni Hermoso fue objeto de presiones tras el beso forzado que recibió por parte del expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales.
Estas tres campeonas del mundo declararon para ratificar que el beso no fue consensuado y que Rubiales, junto con su entorno, presionaron a Hermoso para que justificara el incidente. Las tres jugadoras, dos del Barcelona y una del Real Madrid, brindaron su testimonio ante el juez en el marco de la investigación que lleva a cabo sobre Rubiales por presuntos delitos de agresión sexual y coacciones relacionados con el beso forzado en la final del Mundial Femenil.
La fiscalía presentó una denuncia contra Rubiales por este incidente, alegando que Hermoso y su círculo cercano fueron objeto de presión constante y reiterada por parte de Rubiales y su equipo profesional para que justificara y aprobara el acto.
El hermano y una amiga de Jenni Hermoso también habían confirmado estas presiones anteriormente en sus declaraciones ante el juez. Como resultado, el juez decidió la semana pasada incluir al exseleccionador femenino, Jorge Vilda, al director de la selección masculina, Albert Luque, y al director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, como investigados en el caso.
El próximo 20 de octubre, el juez tiene previsto tomar declaración como testigo al seleccionador español, Luis de la Fuente, en relación con este caso. La investigación del magistrado continúa mientras se indaga en las circunstancias en torno al escándalo internacional que se desató a raíz del beso de Rubiales a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas del Mundial Femenil el 20 de agosto.