El ejército israelí ha expresado su preparación para afrontar «cualquier escenario» después del fallecimiento de Saleh al-Arouri, el segundo al mando de Hamás, en un ataque en Beirut que se atribuye a Israel según funcionarios de seguridad libaneses.
Aunque el portavoz del ejército, Daniel Hagari, no confirmó directamente el bombardeo en la capital libanesa, destacó que están enfocados en la lucha contra Hamás y que se mantienen en un estado de preparación elevado.
El grupo libanés Hezbolá, aliado de Hamás y respaldado por Irán, ha advertido sobre represalias por el «asesinato» de al-Arouri, asegurando que este acto no quedará sin respuesta. Además, consideran este suceso como un grave ataque contra Líbano.
Por su parte, el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, declaró que su movimiento «nunca será vencido» a pesar de la pérdida de sus líderes, afirmando que esto fortalecerá su determinación. Haniyeh responsabilizó a la «ocupación sionista» del bombardeo, lo catalogó como un acto terrorista y una violación a la soberanía libanesa.
El jefe de Hamás detalló la muerte de varios líderes del grupo en el bombardeo, incluyendo a dos jefes de su brazo militar, las brigadas Ezzedine al-Qassam, y otros cuatro líderes. Esta situación ha incrementado las tensiones en la región y ha suscitado amenazas de represalias de grupos aliados.