El apagón eléctrico que afectó a España, Portugal y parte de Francia el 28 de abril sigue bajo investigación de las autoridades, quienes aún no determinan con certeza el origen del fallo. El corte, que inició a las 12:33 horas CET, dejó sin servicio a millones de personas, provocando la interrupción de semáforos, transportes, ascensores y hasta cirugías en hospitales.
Red Eléctrica de España explicó que el incidente se debió a un «cero energético», una pérdida súbita del equilibrio entre la oferta y la demanda de electricidad. Inicialmente se manejó la hipótesis de un incendio en el suroeste de Francia como posible causa, pero esta versión fue desmentida por la empresa RTE.
Posteriormente, el primer ministro de Portugal, Luis Montenegro, señaló que el origen estaría en España, descartando un problema interno portugués. Mientras tanto, la investigación avanza entre teorías de fallos técnicos y posibles sabotajes. Una de las líneas que genera mayor especulación es la posibilidad de un ciberataque, mencionada por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y algunos medios portugueses que incluso sugieren una posible implicación rusa, aunque sin pruebas concluyentes.
Expertos consideran que un ataque de este tipo sería complicado de ejecutar, pero no han descartado completamente la posibilidad. Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, aseguró que trabajan para esclarecer lo sucedido y restablecer la normalidad en los servicios básicos lo antes posible.