La inflación en México muestra señales positivas de desaceleración, ubicándose en un 3.59% en enero de 2025, la tasa más baja registrada en los últimos cuatro años. Este descenso continuo de la inflación es una buena noticia para la economía nacional, que está viendo una serie de ajustes favorables en los precios. Esta cifra es un indicativo de que el proceso de control inflacionario está funcionando, algo que podría permitir que el Banco de México (Banxico) siga con su estrategia de reducir la tasa de interés interbancaria. El recorte reciente de 50 puntos base en la tasa de interés refuerza este panorama.
Según el informe presentado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostró un aumento mensual de 0.29%, mientras que la inflación subyacente experimentó un alza de 0.41%. Este comportamiento refleja un aumento de los precios de mercancías del 0.67% y un crecimiento en los precios de los servicios del 0.17%. En contraste, el índice de precios no subyacentes disminuyó en un 0.14%, lo cual es un resultado positivo.
Entre los productos que más subieron de precio se encuentran los plátanos, con un incremento del 16.51%, los cigarrillos con un aumento del 4.17% y el pollo con una subida del 2.30%. Sin embargo, algunos productos tuvieron una caída considerable en sus precios, como el transporte aéreo (-38.64%), la papaya (-16.50%), y el jitomate (-15.45%).
Estos movimientos en los precios reflejan no solo las dinámicas internas del mercado mexicano, sino también las presiones externas que afectan la economía global. La baja en los precios de ciertos productos esenciales como los alimentos y el transporte aéreo genera un alivio para los consumidores, aunque se mantienen algunos desafíos con productos como los plátanos y los cigarrillos.
Este panorama económico refuerza la expectativa de una posible estabilidad económica en el futuro cercano si se siguen implementando medidas adecuadas.