La cifra de víctimas mortales por los devastadores incendios en Hawái ha aumentado a 106, según las autoridades del condado de Maui. Este incendio, que arrasó la histórica ciudad de Lahaina en Maui, se ha convertido en el incendio más mortífero en Estados Unidos en más de un siglo.
El presidente Joe Biden tiene previsto viajar a Hawái la próxima semana para reunirse con los sobrevivientes y rescatistas que siguen buscando víctimas. El gobernador de Hawái, Josh Green, ha advertido que la cifra de muertos podría incluso duplicarse. El incendio ha dejado un rastro de destrucción y luto en la región, y ha llevado a instalar contenedores refrigerados como morgues provisionales para acelerar el proceso de identificación de las víctimas.
Hasta el momento, solo una cuarta parte de la zona afectada en Lahaina ha sido rastreada por perros entrenados en búsqueda de cuerpos. El proceso de identificación avanza lentamente, con solo cinco de los fallecidos identificados hasta ahora. El presidente Biden y su esposa, Jill, planean reunirse con sobrevivientes, rescatistas y funcionarios en Maui. En un comunicado, la Casa Blanca informó que el presidente sigue comprometido en brindar todo el apoyo necesario a los habitantes de Hawái mientras se recuperan de esta catástrofe.
Los incendios en Hawái han provocado una controversia sobre la gestión de la crisis por parte de las autoridades. Muchos residentes han expresado su frustración y se han sentido abandonados durante esta tragedia. El incendio ha destruido más de 2,000 edificios en Lahaina y ha dejado cientos de personas desaparecidas.
Estos incendios en Hawái se suman a una serie de eventos extremos en todo el mundo relacionados con el cambio climático, como los incendios sin precedentes en Canadá. La respuesta a estas catástrofes plantea cuestionamientos sobre la preparación y la capacidad de respuesta ante fenómenos climáticos extremos.