Las recientes lluvias causadas por las tormentas Alberto y Cris en Tamaulipas trajeron consigo el desplazamiento de cocodrilos de su hábitat natural a zonas urbanas.
Reportes extraoficiales apuntan a que en las últimas semanas fueron capturados y reubicados por lo menos 50 reptiles.
Parte de las capturas estuvieron a cargo de elementos de Protección Civil y Bomberos.
En otros casos los habitantes se convirtieron en “caza cocodrilos” aunque, cabe aclarar, no dañaron a los reptiles, sino que los atraparon para alejarlos de las calles con el fin de evitar peligro para la población.
En redes sociales circulan fotos y videos en los que se puede ver a personas de todas las edades cargando cocodrilos de diferentes tamaños.
Algunos de los osados habitantes afirman que se trata de una práctica riesgosa debido a que las técnicas de captura y manejo de estos animales requieren conocimientos específicos y equipo adecuado.
La población general no cuenta con este entrenamiento, lo que aumenta la posibilidad de accidentes.
Además, la captura inadecuada puede causar un estrés significativo al cocodrilo, lo que puede provocar comportamientos más agresivos y aumentar el riesgo de ataques.
En ese sentido, debe ser una tarea de la que se encarguen exclusivamente las autoridades competentes, quienes también tienen la responsabilidad de reubicar a los cocodrilos, que en este caso habría salido de la Laguna del Carpintero, ubicada en la ciudad de Tampico.
Un punto más en el que se ha reportado la presencia de estos animales es Madero, donde incluso hubo avistamientos en Puerto Miramar.
La Laguna del Carpintero, ubicada en el corazón de Tampico, Tamaulipas, es un hábitat natural para una población significativa de cocodrilos.
Estos reptiles, principalmente de la especie cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii), son comunes en la región debido a las condiciones favorables del ecosistema acuático.