En medio de crecientes tensiones con Rusia, varios países europeos han tomado medidas preventivas para proteger a sus poblaciones frente a una posible escalada del conflicto en Ucrania. Finlandia, que comparte frontera directa con Rusia, ha ampliado su presupuesto militar al 3% de su PIB y dispone de una red de 50,500 refugios subterráneos con capacidad para 4.8 millones de personas.
Estas estructuras, ubicadas bajo edificios, gimnasios y parques, pueden convertirse en refugios en menos de 72 horas, y están diseñadas para resistir explosiones, radiación y productos tóxicos. En tanto, Alemania se comprometió a aumentar su gasto en defensa hasta el 5% del PIB, mientras que el primer ministro británico, Keir Starmer, anunció la construcción de submarinos de ataque, una inversión en ojivas nucleares y nuevas fábricas de municiones como respuesta a lo que calificó como “la amenaza más imprevisible desde la Guerra Fría”.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, pidió a sus miembros destinar al menos el 3.5% del PIB en defensa militar para 2032. La Unión Europea también ha recomendado a los ciudadanos preparar kits de supervivencia para tres días y estar informados ante una eventual guerra o desastre.
Además, países como Suecia, Finlandia y los bálticos han distribuido manuales para preparar emocional y físicamente a su población ante ataques aéreos y desinformación. Todo esto ocurre en un contexto de creciente aislamiento militar de Europa, luego de que el presidente estadounidense Donald Trump reiterara que el continente debe ser capaz de protegerse sin apoyo directo de Estados Unidos.