La Copa Libertadores vivió una jornada marcada por la tragedia este jueves 10 de abril, cuando dos aficionados de Colo-Colo perdieron la vida a causa de una estampida registrada en los accesos al estadio Monumental de Santiago, donde se disputaba el duelo ante Fortaleza de Brasil.
El caos comenzó poco antes del inicio del partido, cuando un grupo de hinchas intentó ingresar a la fuerza, presuntamente sin boletos. La intervención de la policía generó una estampida en la que una de las rejas del estadio cayó, aplastando a dos personas. Tras conocerse el fallecimiento de los aficionados, cientos de seguidores invadieron la cancha durante el segundo tiempo, lo que obligó al árbitro uruguayo Gustavo Tejera a suspender el encuentro al minuto 65.
La Conmebol oficializó la cancelación del partido a través de un comunicado. La Fiscalía chilena ya abrió una investigación para esclarecer lo ocurrido. El fiscal Francisco Morales explicó que se analiza la posibilidad de que un vehículo policial haya contribuido a las muertes. Bárbara Pérez, hermana de una de las víctimas, denunció que su familiar, una joven de 18 años con boleto en mano, fue aplastada por una patrulla tras la caída de la reja.
Aunque medios locales reportaron que la segunda víctima sería un menor de 13 años, las autoridades no han confirmado su identidad. El trágico suceso ha provocado indignación en Chile y un llamado urgente a revisar los protocolos de seguridad en eventos deportivos masivos. Mientras tanto, el futuro del encuentro y las sanciones correspondientes aún están en evaluación.