En Ciudad Juárez, donde cientos de migrantes llegan en el tren conocido como La Bestia desde el sur de México, se ha observado una disminución en la estancia de los migrantes en albergues y refugios debido a la desinformación difundida en las redes sociales sobre la apertura de la frontera de Estados Unidos.
La trabajadora social Ivonne López de Lara, de la Casa del Migrante de Ciudad Juárez, explicó que muchos migrantes solo permanecen uno o dos días en los refugios, ya que desean dirigirse a la Puerta 36, que se supone está abierta, para someterse a una evaluación en Estados Unidos que les permita quedarse en el país. Una aplicación llamada CBP-One guía a los migrantes hasta esta puerta.
Actualmente, Ciudad Juárez cuenta con 25 centros de apoyo para migrantes, tanto aquellos que cruzan de manera legal como los que lo hacen de manera controlada por la Puerta 36. La Casa del Migrante de Ciudad Juárez es uno de los centros más emblemáticos, operado por voluntarios y apoyado por la comunidad local.
Este centro ofrece a los migrantes servicios como alojamiento, atención médica y psicológica, ropa limpia y ayuda para tramitar su estancia en México. Sin embargo, la mayoría de los migrantes buscan continuar su viaje hacia Estados Unidos.
A pesar de la capacidad de la Casa del Migrante para albergar a más de mil personas, actualmente alberga a 328 migrantes, principalmente de Venezuela, Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Brasil, Haití, Cuba y México.
La generosidad de la comunidad se refleja en donativos de alimentos, ropa y productos de limpieza. Además, un equipo multinacional se encarga de preparar las comidas.
El centro también toma medidas de precaución, como pruebas de COVID-19, para garantizar la salud de los migrantes y la comunidad en general.
Hasta la fecha de este informe, la población de la Casa del Migrante estaba compuesta principalmente por venezolanos, hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, nicaragüenses, brasileños, haitianos, cubanos y mexicanos de Guanajuato y Zacatecas.