El derrumbe de más de 150 mil toneladas de lodo y piedras en la autopista Acultzingo-Ciudad Mendoza, ocurrido el pasado 25 de octubre, ha causado estragos económicos y logísticos significativos en Veracruz. Este tramo carretero, ubicado en Cumbres de Maltrata, es clave para el transporte nacional, ya que diariamente transitan cerca de 30 mil vehículos, entre tráileres y automóviles particulares. Sin embargo, el cierre indefinido del tramo afecta gravemente al sector transportista, al turismo y a las comunidades cercanas.
La Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) estima que las pérdidas ascienden a más de 100 millones de pesos. Las rutas alternas disponibles, como Xalapa y Perote, presentan malas condiciones y largas horas de tránsito, lo que triplica costos de operación para las empresas. Transportistas han denunciado jornadas de más de 18 horas para atravesar estas rutas, enfrentando además problemas de inseguridad. Por otro lado, el sector turístico ha registrado cancelaciones de grupos y viajeros, debido a las complicaciones en los accesos.
Las autoridades han planteado soluciones temporales, como la construcción de un camino provisional de 420 metros, pero la falta de maquinaria y personal limita el avance. A largo plazo, se contempla un túnel en la zona, aunque su ejecución tomaría años. Mientras tanto, la incertidumbre persiste, impactando no solo a la economía local, sino también a los millones de mexicanos que dependen de esta vía para transporte y comercio.