Elkin Tuexi
Aunque por todos es sabido que no se debe aparcar en doble fila, pocos conductores acatan esta regla y las consecuencias son catastróficas.
Esta es una escena muy recurrente en el Centro Histórico, acciones que tienen un efecto mariposa, devastador para el flujo vial.
Mientras campañas se centran en el retiro de autos abandonados y catalogados como chatarra, existe otro problema grave en esta parte de la ciudad.
Para muestra el caos que generan los automovilistas que dejan y recogen personas en el Puente Uno, seguido de los burritos de Doctor Mier y Galeana, sin dejar de mencionar el cuello de botella que se crea con los clientes que acuden en coche a la Siberia.
La ideología es la misma, creen que será un movimiento rápido, es decir, que no van a tardar. En muchas ocasiones, son los copilotos los que se bajan, para que los conductores se queden al pendiente ‘por si viene tránsito o por si sale un auto’.
En opinión de un agente vial apostado en el Sector Centro, tendría que haber un oficial en cada cuadra, además que la Siberia también debería poner algo de su parte, ya que no es un negocio con drive-thru.
“Los mueves, se dan la vuelta y se vuelven a estacionar. No es solo problema de la Dirección de Tránsito y Vialidad, se trata de cultura vial que muchos parecen no tener”, expuso.
En otras palabras, nunca se piensa ‘voy a obstruir la vialidad’ o ‘le estoy generando problemas a los automovilistas que transitan en esta calle’. Mucho menos ‘reduzco la visibilidad y esto pone en peligro a peatones’.
Otra creencia común en México, es creer que con intermitentes se resuelve todo. Tan fácil como encender las luces para ‘justificar, detenerse en cualquier lado.
