El sector del autotransporte de carga también prevé efectos en el movimiento de mercancías hacia Estados Unidos, aunque hasta el momento prevalece la incertidumbre
El comercio internacional enfrenta una nueva tensión tras la confirmación del presidente de Estados Unidos de que, a partir del sábado 1 de febrero, se aplicarán aranceles del 25 % a productos provenientes de México y Canadá.
“Ahora solo esperamos conocer qué productos mexicanos serán sujetos a estos nuevos aranceles, los cuales deberán reflejarse en los pedimentos de exportación y ser documentados correctamente”, explicó José Miguel Torres, empleado administrativo de una empresa comercializadora.
Detalló que cualquier producto mexicano deberá incluir en su pedimento la indicación del arancel aplicado, lo que servirá como base para el cobro correspondiente por parte de la aduana estadounidense a la empresa importadora.
Un administrativo de una reconocida agencia aduanal indicó que, tentativamente, se instalará una oficina en el lado estadounidense de la frontera para verificar y cotejar la correcta aplicación de los aranceles en la documentación.
“El gravamen del 25 % será pagado por quienes adquieran productos mexicanos, no por los exportadores. Sin embargo, esto reducirá la demanda y afectará la movilización de carga hacia Estados Unidos”, comentó.
Existe la posibilidad de que la aplicación de los aranceles se posponga temporalmente mientras se define el listado de productos sujetos al nuevo gravamen.
IMPACTO EN EL AUTOTRANSPORTE DE CARGA
El sector del autotransporte de carga también prevé efectos en el movimiento de mercancías hacia Estados Unidos, aunque hasta el momento prevalece la incertidumbre.
“No sabemos con certeza cómo impactará la medida en el flujo de carga ni en qué porcentaje. Todo dependerá de qué productos sean afectados”, señaló un administrativo de la empresa transfronteriza Fernández Logistic.