ELSA CAPUNTAS
Gumercindo.- ¡Se está haciendo tarde Lucrecia! apúrate con el Coquino, ¿qué le falta? Abrígalo bien, porque amaneció frío
Lucrecia.-¡Ya voy! ¡Nomás le pongo la chamarra a éste huerco!, es que no encontraba la ropa de frío, que siempre la empiezo a bajar acerándose las fechas de la temporada invernal , pero ahora nos dio la desconocida el clima, me agarro como el tigre de santa julia.
Coquino.- Quiero la chaqueta de los globitos
Lucrecia.-Ay Coquino, ahorita no te me pongas roñoso, a duras penas encontré la que te puse, sabrá donde quedo todo lo demás, debo dar una buena buscada. Así que ¡ándale! Lo que importa es que vayas bien abrigado pa que no te vaya dar un resfriado, o una de esas enfermedades que dan con el frio como la influenza, que por cierto hay que irnos a vacunar
Coquino.- ¡Es que me aprieta!
Lucrecia.-Y como no te va apretar con tanto mugrero que comes, el otro día encontré unos dulces tirados debajo de la cama,unos chocolates, más duros que una piedra en el portalápices, y en tu closet, unas papitas, ¡parece ratonera tu cuarto! ¡Así que te la dejas y con eso te vas! ¡Porque no hay más!
Gumercindo.-Luego buscamos la que te gusta, pero ya vámonos , porque luego me agarran las filas, nomás de pensar en esa autopista km 26/ La gloria, me duele la cabeza, bueno hasta reprobada salió por una auditoria que le hicieron, le encontraron un montón de fallas, como el no estar nivelada, carece de iluminación y señalización y así se hace muy peligrosa , y ¡encima de todo tenemos que pagar para poder transitar por ella! ¡A ver si de perdido mejoran el servicio!
Lucrecia.-Chance y si, escuche que llego la barredora y andan cambiando y poniendo a nuevos funcionarios estatales, como por ejemplo en la jurisdicción sanitaria y en la oficina Fiscal
Gumercindo.-Ah ya sé quiénes son!¡Vaya! ,¡hasta que ponen a personas que sí traen ganas de trabajar y ¡saben cómo se deben hacer las cosas! no son improvisados, Ojalá que todos los que nombren sean gente capaz
Lucrecia.-Ellos sí que chambean, no como otros que parecen ¡botargas! Llegan, los ponen ,no saben que hacer y asi como llegaron, se fueron, ¡sin pena ni gloria! Y la dependencia, tirada y patas pa arriba, ¡igual que ellos!
Coquino.- ¡Me la voy a quitar!
Gumercindo.– ¡Vamonos ! ¡antes que este niño se nos descobije!
Lucrecia.-¡Condenado chamaco! Y ¡a duras penas entro en el chaquetín