La Casa Blanca, bajo la administración de Donald Trump, envió por error detalles confidenciales sobre los ataques militares en Yemen al periodista Jeffrey Goldberg, director editorial de la revista The Atlantic. Goldberg fue incluido accidentalmente en un grupo de chat titulado «Houti PC small group», donde altos mandos del gobierno discutían información operativa sensible relacionada con los bombardeos contra los rebeldes hutíes respaldados por Irán.
En un artículo publicado por The Atlantic, Goldberg explicó que al principio dudó de la autenticidad del mensaje, hasta que, poco después, comenzaron los ataques. A través de la aplicación Signal, el grupo compartió detalles específicos sobre los objetivos a bombardear, las armas a utilizar y la secuencia de las operaciones militares. El periodista permaneció en el chat durante dos horas antes de que iniciaran las ofensivas.
Entre los 18 funcionarios presentes en el grupo se encontraban figuras clave como el vicepresidente JD Vance, el asesor de seguridad nacional Mike Waltz, el subjefe de gabinete Stephen Miller, el secretario de Estado Marco Rubio y el director de la CIA John Ratcliffe. Según capturas de pantalla difundidas con autorización de The Atlantic, Waltz envió un mensaje con tres emojis: un puño, una bandera de Estados Unidos y una llama, mientras que Vance criticó las acciones internacionales con el comentario: «Simplemente odio tener que rescatar a Europa otra vez».
El caso ha generado una fuerte indignación política en Estados Unidos. El congresista demócrata Chris Deluzio, miembro del Comité de Servicios Armados, calificó el incidente como una «violación indignante de la seguridad nacional» y exigió responsabilidades. A pesar de haber tenido acceso a información altamente clasificada, Goldberg optó por no divulgar detalles específicos para no comprometer las operaciones ni la seguridad de las tropas estadounidenses.
Este error expone fallas graves en los protocolos de seguridad del gobierno y ha reavivado el debate sobre la confidencialidad en el manejo de información militar. Mientras tanto, la Casa Blanca no ha emitido un comunicado oficial aclarando cómo ocurrió el fallo ni si habrá consecuencias para los responsables de esta filtración involuntaria.