En medio del proceso electoral, los Capacitadores Asistentes Electorales (CAE) a lo largo del país están experimentando crecientes desafíos y descontento. La falta de indumentaria adecuada y la demora en la entrega de herramientas esenciales, como celulares y tarjetas SIM, están generando preocupación y malestar entre los capacitadores.
Aunque la oficina del consejero Martín Faz sostiene que las tasas de sustituciones no muestran un comportamiento anormal, la realidad en el terreno de trabajo plantea preocupaciones palpables. La producción de gorras, mochilas y chamarras destinadas a los CAE está avanzando a un ritmo lento, con un 15%, 35%, y 38% de avance respectivamente.
La situación se agrava con la improvisación de camisetas para identificación, que algunos CAE informan que se estiran con la primera lavada, socavando la efectividad de esta medida. Además, se destaca una escasez de tarjetas SIM para los celulares asignados, generando una sensación de precariedad en la ejecución de las labores.
Un aspecto adicional que añade presión a los capacitadores es la negativa de ciudadanos a participar como funcionarios de casilla. Se reporta apatía y hasta ofensas por haber sido insaculados, lo que plantea interrogantes sobre la disponibilidad y disposición de la comunidad para participar en el proceso electoral.
Aunque aún no se ha presentado el informe oficial de avance en las capacitaciones, algunos CAE comparten experiencias de renuncias debido a jornadas intensas y falta de descanso. Estas condiciones laborales precarias para los capacitadores, quienes ganan en promedio 14 mil pesos mensuales y no reciben el bono electoral de dos meses de sueldo, cuestionan la equidad y dignidad en el trabajo electoral.
En comparación con el proceso electoral del año anterior, las sustituciones de capacitadores ya suman cinco mil 14, con 431 por rescisión de contrato, dos mil 673 renuncias, y mil 910 por otras causas. Aunque estos números no reflejan un comportamiento anormal según la oficina del consejero Faz, las experiencias de los CAE en el terreno subrayan la necesidad de abordar de manera urgente las condiciones laborales y logísticas para garantizar la eficiencia y equidad en el proceso electoral.