Los entornos hospitalarios están estresados, reveló en la conferencia el lunes el Dr. Victor Treviño, autoridad de salud, y se espera la oleada de Navidad y Año Nuevo.
Estadísticas de COVID-19 se dispararán y el reporte del pasado domingo fue de 181 pacientes que buscaron cuidados por profesionales de la salud.
“Pacientes pronosticados estuvieron esperando en la sala de emergencia”, dijo Treviño.
“Los hospitales siguen siendo última línea de defensa. Nos encontramos en una tasa del 36.6%”.
Se continúa trasladando pacientes a otros hospitales porque en la línea de cuidados intensivos ya no hay espacios, refiriendo que 55 pacientes se mantenían en esta área.
Preocupa la desmovilización de médicos y enfermeras que deja indefensos a hospitales y líneas de atención.
“No estamos fuera de peligro a medida que las reuniones se mantienen en desafío a la salud”, dijo el Dr. Treviño.
“Entendemos que la comunidad se encuentra fatigada y buscan desinhibirse”.
Reclamó que quienes desafían la salud no están considerando a quienes se cuidan y finalmente son infectadas.
El Dr. Richard Chamberlain dijo que medicamentos se están suministrando intravenosamente a los pacientes COVID con enfermedades subyacentes.
Se aplica intravenosamente y deberán permanecer dos horas para identificar alguna reacción y posteriormente estarán bajo observación.
De acuerdo con el Departamento de Salud de Texas, Laredo sigue siendo una zona altamente concentrada y dominada por la pandemia, porque pese a los esfuerzos que aplican las autoridades, existe una resistencia a seguir las normas de salud.
Uno de los grandes problemas obedece a que no se respeta la distancia social, además las celebraciones entre grupos externos llevan como un hecho el virus a la casa.
De los 181 nuevos pacientes ingresados el domingo, 57 se encontraban en cuidados intensivos, además han fallecido 491.
Por la forma que se han ido desenvolviendo la enfermedad es posible que se rebase a los 500 fallecidos en el presente fin de año, dijo el Dr. Treviño.