La calificadora Fitch Ratings ha advertido que si el gobierno federal incrementa significativamente su apoyo financiero a Petróleos Mexicanos (Pemex), al punto de generar mayores déficits y un aumento constante en la relación entre la deuda del gobierno y el Producto Interno Bruto (PIB), podría tener un efecto negativo en la calificación crediticia del país.
Fitch Ratings considera que el gobierno continuará respaldando financieramente a Pemex, pero no avalará su deuda ni proporcionará una inyección de capital que mejore de manera sustancial su situación financiera.
La calificadora proyecta que el apoyo gubernamental a Pemex se mantendrá alrededor de los 15 mil millones de dólares por año, cubriendo al menos los pagos de la deuda de bonos internacionales de la empresa.
Fitch señala que un apoyo adicional más allá de esta cantidad no sería necesariamente perjudicial para la calificación crediticia, pero su impacto dependerá de cómo el gobierno maneje fiscalmente este apoyo adicional.
Sería negativo para la calificación si el apoyo adicional altera las prioridades fiscales del gobierno, afectando el déficit moderado y la relación deuda/PIB estable, lo que resultaría en un aumento de la deuda pública a largo plazo.
Fitch considera a Pemex como un pasivo contingente para el gobierno, reflejado en una perspectiva negativa. Aunque se espera que el apoyo a Pemex continúe, la legislación no establece una obligación garantizada por el gobierno sobre la deuda de Pemex.
En julio, Fitch rebajó la calificación crediticia de Pemex a ‘B+’ y la colocó en observación negativa, debido a un rendimiento operativo continuamente débil y una incertidumbre creciente sobre el apoyo gubernamental que podría mejorar la liquidez y estructura de capital de la empresa.
Un mes antes, la calificación soberana de México se mantuvo en ‘BBB-‘ con perspectiva estable. Sin embargo, Fitch indicó que la gobernanza débil, el crecimiento a largo plazo moderado y los posibles pasivos contingentes de Pemex limitan la calificación.
Directivos de Fitch han explicado que la presión financiera de Pemex afecta la calificación soberana, debido a los apoyos que el gobierno ha proporcionado para aliviar la carga financiera de la empresa.