Un volcán en la isla de Flores, al este de Indonesia, entró nuevamente en erupción la noche del jueves, lo que llevó a las autoridades a elevar el nivel de alerta al máximo. El monte Lewotobi Laki-Laki, con una altura de 1,703 metros, registró una erupción a las 22:56 horas (local), con una duración de 11 minutos y 9 segundos, según informó la agencia indonesia de vulcanología.
La columna de ceniza alcanzó una altitud de 8,000 metros sobre la cumbre, generando preocupación en las áreas cercanas. Aunque no se reportaron daños inmediatos en las localidades vecinas, las autoridades advirtieron sobre el riesgo de lahares debido a las intensas lluvias. La erupción fue tan potente que los estruendos se escucharon en Maumere, a más de 80 kilómetros al este del volcán, y en Larantuka, a más de 50 kilómetros al oeste. En respuesta a la actividad volcánica, las autoridades ampliaron la zona de exclusión a un radio de 7 a 8 kilómetros alrededor del cráter.
Este evento ocurre después de que, en noviembre pasado, el monte Lewotobi Laki-Laki entrara en erupción varias veces, causando la muerte de nueve personas, la cancelación de vuelos internacionales en Bali y la evacuación de miles de residentes. Indonesia, situada en el «Cinturón de Fuego» del Pacífico, alberga más de 120 volcanes activos y es propensa a sismos y erupciones. Entre los eventos más catastróficos destaca la erupción del monte Tambora en 1815, considerada la más potente de la historia moderna, y la del Krakatoa en 1883, que provocó un tsunami devastador. Más recientemente, en 2010, el monte Merapi causó más de 300 muertes tras una serie de explosiones en la isla de Java.
Las autoridades continúan monitoreando de cerca la situación del Lewotobi Laki-Laki ante el riesgo de nuevas erupciones, mientras los residentes de las zonas cercanas permanecen en alerta y preparados para evacuaciones adicionales.