Con la celebración inicia la Cuaresma con un llamado a la oración y la penitencia.
Ayer, la comunidad católica celebró el “Miércoles de Ceniza”, un día de profunda reflexión que marca el inicio de la Cuaresma, un período de 40 días de preparación espiritual antes de la Semana Santa.
En la iglesia San Antonio María Claret, el padre Rogelio Lozano Alcorta presidió la celebración, donde bendijo y distribuyó la ceniza a los fieles.
En su mensaje, recordó el significado de este gesto: “Así como el polvo que hemos recibido en nuestra frente, en nuestra cabeza, así también seremos polvo; esto nos demuestra la pequeñez del ser humano”.
El sacerdote destacó que la Cuaresma es un tiempo de oración, ayuno, caridad y penitencia, una oportunidad para la reconciliación y la reflexión sobre el amor de Dios. “Es un tiempo especial de gracia que nosotros hemos de aprovechar”, señaló.
Asimismo, explicó que la imposición de la ceniza es un signo de humildad, pero su recepción es voluntaria.
“Quien puede y quiere venir, viene y recibe la ceniza; quien no, no, no pasa nada. Es solo un signo de nuestra sencillez y de la necesidad de participar del amor que Dios nos tiene”, expresó el padre Lozano Alcorta.
Dijo que durante los próximos cinco domingos de Cuaresma, los fieles se prepararán espiritualmente para vivir el Triduo Pascual, en el que se conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Finalmente, el presbítero recordó el llamado del Papa Francisco en este Año Santo, exhortando a los creyentes a ser mensajeros de esperanza y testigos del amor de Dios.
También los animó a vivir la fe en comunidad y a confiar en la misericordia divina, recordando que Dios “siempre nos espera con los brazos abiertos, como el padre al hijo pródigo”.