Un incidente de abuso y negligencia por parte de un operador de transporte urbano ha generado indignación entre los ciudadanos, luego de que una mujer de 83 años cayera dentro de la unidad y casi fuera atropellada al descender.
El hecho ocurrió en un camión de la ruta Ribereña-Virreyes, cuando Doña María de la Paz Galarza solicitó su descenso, pero el conductor aparentemente no la escuchó, ya que estaba hablando por teléfono mientras operaba la unidad.
Al notar que el chofer no respondía, la mujer alzó la voz para asegurarse de ser escuchada, lo que pareció molestar al operador, quien en lugar de detenerse, aceleró la marcha y posteriormente frenó bruscamente, provocando que la pasajera perdiera el equilibrio y cayera al suelo.
Otros pasajeros se apresuraron a ayudarla a levantarse. Al llegar a su destino, Doña María intentó descender con su carrito de mandado y le advirtió al chofer que lo reportaría. Sin embargo, al bajar de la unidad, el conductor arrancó de manera abrupta, destruyendo el carrito de la mujer y dañando su despensa.
Falta de sanciones y omisión de autoridades Este tipo de incidentes no son aislados en el transporte público de Nuevo Laredo, y a pesar de las constantes quejas de los usuarios, pocas acciones se han tomado para regular el comportamiento de los operadores.
Hasta el cierre de esta edición, la Delegación del Transporte Público no ha emitido ningún pronunciamiento oficial respecto al caso ni ha informado sobre posibles sanciones al chofer implicado.
Usuarios del transporte exigen mayor supervisión y castigos ejemplares para conductores que incumplen las normas de seguridad, poniendo en riesgo la integridad de los pasajeros, especialmente de los sectores más vulnerables como los adultos mayores.
