Alrededor de 2 mil migrantes partieron en una nueva caravana desde la ciudad de Tapachula con la exigencia al gobierno mexicano de otorgarles documentos legales que les permitan transitar y establecerse libremente en el país.
A diferencia de otras movilizaciones, esta caravana no busca llegar a Estados Unidos, sino permanecer en México, aunque no necesariamente en Chiapas, sino en ciudades donde puedan encontrar empleo y estabilidad. Las difíciles condiciones que enfrentan los migrantes en Estados Unidos, sumadas a las políticas migratorias más estrictas, han llevado a muchos a replantear su destino.
Ahora, su principal demanda es la regularización en México para poder trabajar y acceder a servicios básicos sin temor a ser detenidos o deportados.
Los migrantes aseguran que salir en caravana es su única opción para evitar ser víctimas de la violencia, el crimen organizado y los secuestros que amenazan a quienes intentan avanzar de manera individual.
En grupo, consideran que tienen mayor seguridad y visibilidad, lo que también les ayuda a presionar a las autoridades para que atiendan sus peticiones.
El objetivo inmediato de la caravana es llegar a la Ciudad de México, donde esperan encontrar oportunidades laborales y recibir apoyo por parte del gobierno federal.
Sin embargo, no pierden la esperanza de que en el futuro las políticas migratorias de Estados Unidos cambien y puedan continuar su viaje hacia el norte.
Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han respaldado su demanda de documentos legales, señalando que la falta de papeles los deja en una situación de vulnerabilidad extrema.
Sin un estatus legal claro, muchos son explotados laboralmente, enfrentan discriminación y carecen de acceso a servicios básicos como salud y educación.
