Por una última orden ejecutiva del gobernador Greg Abbott, el condado de Webb ni ningún otro condado del estado de Texas podrá ordenar el cierre de la economía, aun cuando la tasa de hospitalizados por infecciones de COVID-19 rebase el 15 por ciento, como Laredo que se encuentra ya en el 18.32, con una rápida tendencia diaria hacia arriba.
Esta orden ejecutiva anula la mayoría de las órdenes ejecutivas anteriores del gobernador relacionadas a la pandemia, pues todos los negocios de cualquier tipo podrán abrir al 100% de su capacidad.
Además, esta orden reitera el fin al mandato de las mascarillas en todo el estado de Texas. Por lo tanto, todos los negocios todavía pueden también limitar la capacidad o implementar protocolos de seguridad adicionales a su propia discreción.
El mandato gubernamental dictaba: Si las hospitalizaciones por COVID-19 en cualquiera de las 22 regiones hospitalarias de Texas superan el 15% de la capacidad de camas del hospital en esa región durante siete días consecutivos, un Juez del Condado en esa región puede utilizar estrategias de mitigación de COVID-19.
Igualmente, los Jueces de los condados no pueden imponer sanciones penales por no seguir las órdenes de COVID-19 ni pueden imponer sanciones por no llevar una máscara facial. Si se imponen restricciones a nivel del Condado, dichas restricciones no pueden incluir la reducción de la capacidad a menos del 50% para ningún tipo de entidad, dicta la orden.