Virginia abolió este miércoles, 24 de marzo de 2021, la pena de muerte tras haber ejecutado a unas mil 400 personas desde tiempos coloniales y se convirtió así en el primer estado exconfederado de EE.UU. en deshacerse del castigo final.
El gobernador de Virginia, el demócrata Ralph Northam, selló el proyecto de ley de abolición que aprobaron previamente las dos cámaras legislativas estatales, ambas también bajo control progresista.
Northam agradeció a los legisladores haber facilitado que la ley haya llegado a su mesa: “Virginia se unirá a otros 22 estados que acabaron con el uso de la pena de muerte“.
“Este es un paso importante para asegurar que nuestro sistema de justicia penal es justo e igualitario para todos”, dijo.
Virginia se convierte así en el estado número 23 (de 50) en abolir la pena de muerte en EE.UU., pero su determinación en aplicarla durante décadas deja un sabor a fin de era.
La del capitán George Kendall en 1608, acusado de traición, está considerada como la primera ejecución en Estados Unidos todavía en tiempos de la colonia inglesa de Virginia.
Más de cuatro siglos después, en 2017, el estado acabó con la vida de William Morva, su último ejecutado.
Entre uno y otro, Virginia ejecutó a cerca de mil 400 personas, más que ningún otro estado, según datos del observatorio Death Penalty Information Center (DPIC, en inglés): Desde piratas en el siglo XVIII a John Allen Muhammad, el “francotirador de Washington”, muertos en la horca, fusilados, en la silla eléctrica o más recientemente con una inyección letal.
Con 113 ejecuciones desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena de muerte en 1976, el considerado como periodo moderno de la pena capital en Estados Unidos, tan solo Texas supera en ajusticiamientos a Virginia.